Sin embargo, ahora me alegro, no porque se hayan entristecido, sino porque su tristeza los llevó al arrepentimiento. Ustedes se entristecieron tal como Dios lo quiere, de modo que nosotros de ninguna manera los hemos perjudicado. La tristeza que proviene de Dios produce el arrepentimiento que lleva a la salvación, de la cual no hay que arrepentirse, mientras que la tristeza del mundo produce la muerte. 2 Corintios 7:9-10
Estoy orando para que muchos cónyuges e hijos pródigos vuelvan sus corazones hacia el hogar. ¿Orará para que su hijo prodigo tenga “tristeza según Dios” por sus pecados?
El Señor aborrece a los de labios mentirosos, pero se complace en los que actúan con lealtad. Proverbios 12:22
¿Sabe usted cuantos matrimonios empiezan a desmoronarse cuando los cónyuges empiezan a mentirse el uno al otro? Debe tener cuidado de no caer en la trampa de Satanás y quedar cegado o engañado y comenzar a exagerar las circunstancias acerca de su cónyuge. Examine su propio discurso y lo que dice a los demás o incluso a su amado cónyuge. No mienta. Tenga cuidado de no abrirle la puerta al enemigo.
Pero nadie puede domar la lengua. Es un mal irrefrenable, lleno de veneno mortal. Con la lengua bendecimos a nuestro Señor y Padre, y con ella maldecimos a las personas, creadas a imagen de Dios. De una misma boca salen bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así. Santiago 3:8-10
Una persona impenitente puede arrepentirse de las consecuencias de su pecado, pero no lo suficiente como para cambiar sus acciones, sin importar a cuantas personas este lastimando. La persona arrepentida tiene una genuina “tristeza según Dios” por los pecados que ha cometido o está cometiendo y busca transformar su corazón por el poder del Espíritu Santo.
Les daré un nuevo corazón y derramaré un espíritu nuevo entre ustedes; quitaré ese corazón de piedra que ahora tienen y les pondré un corazón de carne. Infundiré mi Espíritu en ustedes y haré que sigan mis estatutos y obedezcan mis leyes. Ezequiel 36:26-27
El arrepentimiento es un proceso de transformación de carácter y actitudes. Oh, que esa sea su oración todos los días para que su amado cónyuge se arrepienta de su comportamiento y estilo de vida pecaminoso.
Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para limpiarnos de toda maldad. 1 Juan 1:9
Cada cónyuge pródigo en el camino hacia la restauración del matrimonio debe aprender a buscar al Señor y orar a través de muchos temas diferentes, aprendiendo como reaccionar como el Señor quiere que respondan. Solo ore por su esposo o esposa y póngalo a los pies del Señor diariamente.
El primer paso para tener un matrimonio restaurado es tener una relación personal con Jesucristo como el Salvador de su vida. Cuando le pide a Jesús que entre en su vida, Él le salvará y se convertirá en su Consolador, Consejero, Defensor, Abogado y Amigo.
Aquí tiene una oración personalizada para que ore por su cónyuge.
Señor, oro por la salvación del matrimonio de todo cónyuge prodigo que este lejos de Ti. Estoy orando para que mi esposo o esposa tenga tristeza según Dios, llevándole al arrepentimiento. Señor abre sus ojos espirituales y conviértelos de las tinieblas a la luz y del poder de Satanás a Dios, para que reciban el perdón de sus pecados y un lugar entre los santificados por la fe en Ti. Señor, ve a tocarlos, a rescatarlos y líbralos de la rampa y prisión de Satanás. Trae a mi amado cónyuge a casa rápidamente. Se que nada es demasiado difícil para ti. Oro esto en el poderoso Nombre de Jesús. Amen.
Estoy segura de que cada cónyuge pródigo que ha regresado a casa (y hay muchos) está muy agradecido que su esposa o esposo no los haya abandonado.
Que Dios le bendiga,
