El mensaje de hoy es de Bob quien era un pródigo que regresó a su casa y se volvió a casar conmigo por 23 años adicionales, antes de que el Señor se lo llevara al Cielo. Bob escribió 19 libros desde la perspectiva de un pródigo por más de dos décadas después de nuestro divorcio y segundas nupcias. – Charlyne
“¿Por qué algunos pródigos visitan a sus familias y parecen haber pasado un buen tiempo, pero ellos no vienen a casa para quedarse?”
Hombres y mujeres que están parados con Dios por la restauración de su matrimonio deben tener mucha fe. Aparte de esto, ellos tienen grandes esperanzas de que un cónyuge pródigo regresará pronto a casa. ¿Qué ha pasado cuando el proceso parece estar comenzando, y entonces inesperadamente el pródigo hace un giro de 180 grados, una vez más, lejos de su casa y de su cónyuge que está orando? ¿Qué pasa con las grandes esperanzas del stander?
Charlyne y yo oramos para que ya en este tiempo, entiendas que el camino de regreso a casa que un pródigo viaja no es siempre recto. Como un camino al tope de una montaña, (y tu pródigo regresando a casa, va a ser una montaña para ti), el camino no es recto.
Mi esposa y yo podemos entender tus grandes esperanzas de restauración, y eso es maravilloso, ya que estas esperanzas están basadas en las promesas de Dios. Cuando el camino a casa toma giros inesperados, tú necesitas orar más fuertemente, nunca dudando ni por un momento que Dios está trabajando.
La pregunta más común en el corazón de cualquier pródigo, en su pensamiento de regresar a casa es una muy simple: “¿Qué es diferente ahora?” Eso no importa si estás separado ahora debido al adulterio, abuso, alcoholismo, o cualquiera del resto de las causas del abecedario, tu cónyuge quiere saber qué ha cambiado para que esta pesadilla no se repita de nuevo.
Muchos standers cometen el error de voluntariamente, recitarle a su pródigo sobre su relación más estrecha con el Señor, y de cuánto Él los ha cambiado. Tu cónyuge ausente no quiere escuchar tus palabras; él o ella quieren observar tus cambios.
“¿Yo cambiar?” algunos estarán pensando. “Mi cónyuge fue el que cometió adulterio, no yo. ¡Que cambie él!” Debes parar el juego de estar culpando. Satanás es el que tiene la culpa de tu situación. El atacó a tu familia usando debilidades espirituales pre-existentes en una o ambas partes. Gradualmente, el enemigo se apoderó de esa persona, hasta que lo tenía cautivo, como se describe en 2 de Timoteo. Vamos a seguir la familia típica de miles que hemos tenido en nuestra lista de correos y tratar de descubrir el por qué el cónyuge no ha regresado a casa.
Esto pudiera ser un esposo o una esposa, pero vamos a decir que Jack viene a hacer una amistad muy estrecha con Susy en el trabajo. Ese es el punto de ataque del enemigo. Ellos progresan de ser compañeros de trabajo a tomar un almuerzo juntos casi todos los días. Al llegar a conocerse mutuamente, las cosas llegan a la etapa de, “Yo te digo mis problemas y tú puedes decirme los tuyos.” Uno de los “problemas” de Jack, sean ciertos o no, era relacionado a la pobre o casi inexistente vida sexual en casa. Mientras Jack todavía va a casa donde Jill, cada noche, era Susy, no Jill, quien ocupaba sus pensamientos.
En algún punto, y de alguna forma, Jack y Susy cruzaron la línea física. Desde ese momento en adelante, el enemigo que atacó a Jack en los días de almuerzo previos, ahora tiene control completo del hombre. Él está escuchando en su espíritu, “¡Tú no eres suficientemente bueno para Jill! ¡Ella no llena tus necesidades, pero Susy sí!” “Tú te mereces algo de felicidad, no sólo esposa e hijos.” Él está escuchando de Susy, en cientos de maneras, “Nosotros tenemos un futuro. Deja a tu esposa por mí.” La otra persona puede incluso estar vendiéndote algo de culpa, dándote ultimátum de que tú tienes que elegir. ¿Puedes imaginarte? La elección fue hecha cuando tú te casaste.
Confundido, Jack se muda de la casa de su familia, dejando atrás a Jill en estado de shock. Ella sabía que algo había cambiado en él, pero asumía que debía ser el trabajo, la presión de la crisis de mitad de vida, o tristemente, ella se culpaba a ella misma. Tu puedes tener algo de que culparte por no haber estado orando por tu familia, pero con certeza no por el rompimiento. Ese crédito va para el enemigo, quien está afuera para destruir cada familia, además de destruir cada iglesia y la sociedad misma.
Los meses o años siguientes son una mezcla de abogados, órdenes de protección, batallas sin importancia, citas de corte, muchas lágrimas y todo el resto que la mayoría de los standers conocen muy bien. Jack, silenciosamente está cargando la culpa de todo esto, y se dice a sí mismo, “Jill me odia. Ella probablemente me ha odiado todo el tiempo. Es mejor que nos divorciemos.” Al mismo tiempo, Susy está forzando para un matrimonio. Jack, está de acuerdo con poco entusiasmo, sabiendo que, si no lo hace, va a perder a Susy. Para algunos significa, que la noticia se filtró misteriosamente para que Jill pudiera escuchar acerca de que hay planes de boda, agregándose más a su devastación.
Mientras tanto, Dios, en Su amor por Jack y Jill y su familia, usa algún medio para introducir a Jill a pararse con El y orar por la restauración de Jack a su Padre Celestial, y a su familia. Jill se aferra, no a las personas, sino a su Señor Dios para soporte, su guía, y sus decisiones. Durante su parada, ella pasa de ser menos la abandonada y amargada mujer que ha sido, a ser más como Jesús cada día.
La relación pecaminosa de Jack no está yendo bien. Susy no es la persona contenta con quien el soñaba todo el tiempo. Ella es demandante y controladora. (¿Tu sabes por qué? Ella sabe que sus días con Jack están contados y ella se está agarrando de cualquier manera que pueda.)
Jack ve a Jill uno que otro fin de semana cuando él recoge a los niños, o cuando él recoge su correspondencia. Se ha ido la ira de la mujer que estaba sentada en la mesa opuesta en la corte. Ella tiene una paz que Jack desearía poder encontrar. Ella es amable con Jack, y siempre está de acuerdo. Llega el día cuando Jack está parado delante de la entrada de su casa, tocando el timbre, y está emocionado por ver a Jill, aunque sea unos pocos minutos. Es casi como cuando ellos se estaban enamorando por primera vez. Él se siente bien cuando Jill le dice, “Yo estoy orando por ti,” mientras él se va.
Este matrimonio está en una encrucijada. Si Jill continúa parada, llegará el día cuando Jack comience a confiar en su esposa. Él va a caminar dentro de su casa y va a sentir que su corazón va a estallar con los buenos recuerdos. El deseará poder devolver el reloj y jamás haber conocido a Susy. Jill va a convertirse más seria en su parada. Ella podrá ayunar más a menudo, y no perder su tiempo estando en línea. Ella reconoce que está acercándose a la mayor batalla de guerra espiritual por el alma de su marido y por su matrimonio.
¿Qué sucedería si Jill toma otro camino? Ella siente que Dios ya ha tenido suficiente tiempo y nada parece estar sucediendo. (¡Pero ella no puede ver dentro del corazón de Jack!) ¿Qué sucedería si ella se rinde de su parada y sigue adelante con su vida, como todo el mundo le dice que haga? Algún día otro hombre estaría abriendo la puerta frontal de Jack cuando el toque. Ambos, Jack y Jill van a revertirse en personas airadas, en una guerra no contra Satanás, sino entre ellos, uno contra el otro. Jack y Jill ambos probablemente podrían ir a un segundo, y posible tercer matrimonio. Y dejando atrás una cadena de niños con los corazones rotos.
Si Jill continúa su parada y crece en el Señor, Dios la va a cambiar, antes de cambiar a Jack. Entonces Jill y su casa se convertirán en un imán espiritual para Jack. Él va a encontrar la paz que ha estado buscando. Jill, que todavía está usando su anillo de bodas, podrá llegar a ser como la otra mujer, ya que Jack le cuenta la verdad a Susy para el poder ver a su esposa de convenio. Expertos, lo cual yo no soy, han dicho que los esposos pródigos pudieran vivir con un pie en cada uno de dos mundos, mientras prueban el agua.
El pródigo viene a casa por una fiesta de cumpleaños, y de repente se va, incluso desapareciendo por un tiempo, sin ningún contacto. Me gusta comparar esto con el péndulo de un reloj. Hala el péndulo todo hacia atrás hacia la casa, y suéltalo, él se irá más lejos al otro lado, pero siempre retorna.
¿Qué debe hacer el stander? Jill ni siquiera está casada con Jack, sin embargo, él llega a la casa como si nada hubiese pasado. Ella debiera estar regocijándose, porque Jack está de camino a casa. Jack tiene una tremenda batalla dentro de él, entre lo que es correcto y lo incorrecto. Él se siente lleno de culpa y juega el “Y si…” juego sobre dejar a Susy. Satanás está perdiendo la guerra para esta familia y va a halar con sus mejores armas.
Todo el tiempo, Jack se va a estar preguntando, “¿Qué es diferente ahora?” Charlyne y yo oramos para que todos los “Jacks” puedan fácilmente ver que las cosas son diferentes, porque tú has ahora basado tu vida en el Señor Jesucristo. Tú estás viviendo a Su manera, y silenciosamente invitando al que amas a venir a casa a una esposa diferente.
Nosotros sabemos que no todas las situaciones encajan con este ejemplo de ficción de Jack y Jill presentados aquí. Charlyne y yo oramos para que tú puedas encontrar algo aquí que te ayude a entender el dilema del cónyuge pródigo que visita, pero que no puede mudarse en casa (¡todavía!)
“El Espíritu del Señor vendrá poderosamente sobre ti, y profetizarás con ellos; serás transformado en una persona diferente.” 1 Samuel 10:6
Que Dios te bendiga,
