El mensaje de hoy es de Bob, que era un pródigo que regresó a casa y se volvió a casar a mí por otros 23 años antes de que el Señor se lo llevó al cielo. Bob escribió 19 libros desde la perspectiva del pródigo durante más de dos décadas después de nuestro divorcio y segundas nupcias. – Charlyne
“Tan solo pregunta a la generación anterior; presta atención a la experiencia de nuestros antepasados…” Job 8:8
Un martes en la mañana después de una noche especial de quedarse a dormir en casa, Lori y Scott llevaron a sus tres niños para asistir la escuela cristiana. Mientras ellos estaban en su camino a la escuela, yo llamé deseándoles un día maravilloso.
Kyle reportó que Abuela había hecho un comentario sobre su van siendo el autobús de la escuela. El y yo hacíamos chistes sobre pintarla de amarillo añadiéndole un signo en el lado. Yo le dije a Kyle sobre lo fascinado que yo he sido con los autobuses en mis años de cursos primarios. Aparentemente el lo es también, porque Kyle contó la historia de su coach permitiéndole a él abrir la puerta del autobús en uno de sus juegos.
Kyle estaba asombrado de escuchar por primera vez que muchas iglesias usaron tener autobuses ministeriales. El estaba más asombrado de escuchar, que yo estuve manejando un autobús de la iglesia. Yo relaté sobre los capitanes del autobús y las visitas de los sábados. A el le contaron sobre la asistencia de las competencias que nosotros tuvimos. (Yo olvidé contarle a Kyle sobre “La Más Larga Paleta Mundial” que nosotros frisamos para los niños del autobús en un plástico enorme de recipiente de basuras.)
Yo colgué el teléfono asombrado de que algo que fue una parte básica de la iglesia y de la Escuela del Domingo, el autobús de la iglesia, pudiera ser perdido en una o dos generaciones. Cuando nuestros tres niños eran jóvenes, ellos usaban manejar el autobús conmigo. Como su hijo, Lori siempre quiso controlar el enorme manubrio que abría la puerta.
Es fácil de comprender como la licencia de conducir y los asuntos con los voluntarios pudo haber sido la muerte de un ministerio del autobús, como así fue una vez conocido, pero si dos generaciones a partir de ahora no hubiesen escuchado sobre los autobuses de la iglesia, ¿qué más pudieron ellos haber olvidado?
En Mateo 22, Jesús dijo una parábola de los invitados a una boda que siempre me ha recordado sobre el ministerio del autobús:
“’Ahora salgan a las esquinas de las calles e inviten a todos los que vean.’ Entonces los sirvientes llevaron a todos los que pudieron encontrar, tanto buenos como malos, y la sala del banquete se llenó de invitados.” Mateo 22:9-10
A menos que tu hayas trabajado en el ministerio de autobuses nunca vas a saber sobre aparecerte en una iglesia a las 7:30 A. M. cada Domingo en la mañana y la oración del autobús de 25 años de edad que iba a comenzar. Probablemente tú no puedes entender la condición en las casas de donde vienen aquellos preciosos niños. Tu no vas a saber lo ruidoso y cuan caliente un autobús lleno se puede poner, de regreso de la Escuela del Domingo e iglesia. Todo parece que vale tan poco la pena – hasta que un niño del autobús ora sinceramente para recibir a Cristo. El glaseado de un pudín es la próxima semana, cuando un padre se monta en el autobús con ese joven luego de escuchar toda la semana sobre la nueva relación de su niño con Jesús.
Cierto día, algunos padres llevaron a sus niños a Jesús para que pusiera sus manos sobre ellos y orara por ellos. Pero los discípulos regañaron a los padres por molestar a Jesús. Pero Jesús les dijo: “Dejen que los niños vengan a mí. ¡No los detengan! Pues el reino del cielo pertenece a los que son como estos niños.” Mateo 19:13-14
Muchas iglesias no dejaron el ministerio de los autobuses todos a la vez. Algunos de los viejos autobuses fueron vendidos. Con menos niños viniendo, había menos visitaciones y no tantos como necesitaban para trabajar en el ministerio de los autobuses. Los dólares de las iglesias estaban cortos cuando el ministerio del autobús se resignaba y él no era reemplazado. Finalmente, los pocos niños que quedaban podían caber dentro de una van de la iglesia. Algunos crecieron y otros se mudaron fuera. El Domingo en la mañana finalmente llegó, cuando no había un paseo en la van, así que la siguiente semana no salió a la calle.
En cerca de 50 años o menos, ¿estará nuestro nieto Kyle sorprendido que se usaban cruces en las iglesias, y que nosotros cantábamos himnos sobre la Sangre de Jesús?
Si una iglesia intentaba remover las cruces todas a la vez, ellos verdaderamente hubieran gritado, pero esa no es la manera en que Satanás trabaja. Primero es solo una cruz que ya no es más necesitada, y cierto tiempo después, una segunda cruz es removida hasta que pronto no habrá más cruces y nadie parecerá notarlo.
El pastor puede no usar la palabra “pecado” en su sermón tan a menudo, y nadie lo nota, excepto Satanás, porque eso es lo que el maligno quiere. Existen tantas historias graciosas que pueden ser dichas en vez de hablar sobre algo tan pasado de moda como el pecado. Quizás pueda haber alguien que se ofenda si la palabra pecado es usada, y después de todo, nosotros necesitamos ser relevantes.
El barómetro del matrimonio y del divorcio en la iglesia del Nuevo Testamento no va a cambiar de repente de la noche a la mañana. De hecho, no va a cambiar al menos que el pueblo de Dios se pare por lo que es correcto; un hombre y una mujer casados de por vida. La pregunta es si esto va a ser para la restauración del matrimonio o será para recuperarse de un divorcio, que va por el camino del autobús del ministerio, lo cual dependerá del pueblo de Dios. ¿Cuál de ellos es que nosotros vamos a aceptar como un estándar en nuestras iglesias?
Es triste que en muchas iglesias la restauración del matrimonio puede ser olvidada, a menos que tú y yo hagamos nuestra parte para mantenerlo en el frente. Oremos para que algún día un Kyle III esté preguntando, “Abuelo Kyle, ¿tu quieres decir que una vez las iglesias dijeron que estaba bien conseguir un divorcio y casarse con otra persona? ¿Cómo pudieron ellos? Dios dice que esto es incorrecto.”
“Honren el matrimonio, y los casados manténganse fieles el uno al otro. Con toda seguridad, Dios juzgará a los que cometen inmoralidades sexuales y a los que cometen adulterio. Acuérdense de los líderes que les enseñaron la palabra de Dios. Piensen en todo lo bueno que haya resultado de su vida y sigan el ejemplo de su fe. Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre. Hebreos 13:4, 7-8
Que Dios le bendiga,