El Señor de los Ejércitos Celestiales está entre nosotros; el Dios de Israel es nuestra fortaleza. Vengan, vean las obras gloriosas del Señor, miren cómo trae destrucción sobre el mundo. Él hace cesar las guerras en toda la tierra; quiebra el arco y rompe la lanza y quema con fuego los escudos. Salmo 46:7-9
“Después de muchos años de separación, mi esposa regresó el año pasado. Hemos estado trabajando juntos para construir lo que ha sido roto. Todavía tenemos algunos días que discutimos, ella todavía no quiere ir a la iglesia conmigo, pero yo sé que Dios es capaz. Yo oro por ella y por mis cuatro hijos adultos diariamente y le pido a Dios sabiduría de cómo lidiar con los asuntos en nuestras vidas. Orando y trabajando hacia la completa restauración de relaciones rotas que han costado la separación. A Dios sea la gloria para siempre y por siempre.” (Georgia)
Sin embargo, llegará el día en que sanaré las heridas de Jerusalén y le daré prosperidad y verdadera paz. Jeremías 33:6
“Dios ha guiado y dirigido fielmente cada paso durante mi parada. Encontré este ministerio hace varios años. Desde ese día, he visto la mano de Dios dirigiendo cada aspecto de esta jornada. El ha traído a numerosas personas en mi camino que necesitaban el ánimo que una stander de este ministerio puede proveer. Esta semana, le envié el link de RMM a una mujer que dijo que se ha reunido con líderes de iglesia, y que ellos le dicen que tiene base Bíblica para divorciarse. Ella no se quiere divorciar. En nuestro corto encuentro dirigido por Dios, le compartí solo palabras como – Dios restaura matrimonios muertos. Dios está levantando un ejército de standers hombres y mujeres quienes van a luchar por sus matrimonios, hijos, y a matar el pecado generacional. El está restaurando Sus pactos. El está preparando a Su novia. Párense firmes. Alábenlo y vean la bondad de Dios en la tierra de los vivientes. (Missouri)
“Mi esposo llenó el divorcio y nos abandonó a mi y a nuestro hijo. Le pedí a Dios en oración que me diera una pista de que era Su voluntad el salvar mi matrimonio. Después de unas cuantas horas recibí una llamada de un ministerio preguntando sobre mi matrimonio y animándome de que Dios está en el proceso de salvar mi matrimonio. Ellos también me animaron con Efesios 2:14-17. Esto realmente puso mi corazón en gozo. Estoy agradeciendo a Dios por Sus respuestas de maneras inimaginables.” (India)
“Desde que anunciamos nuestro rompimiento, mi conexión con mi hijo mayor fue tensa. El figuró que yo no acepté la situación actual por mi resolución a pararme por mi matrimonio. He estado orando especialmente por una mejoría en nuestra relación. Recientemente, entré en un argumento con el y mientras mi punto inicial para el fue legítimo, Dios me mostró que yo necesitaba abandonar completamente mi mentalidad crítica hacia el. Colosenses 3:21 realmente me convenció, ya que la traducción que usé mencionó específicamente sobre el dar demasiadas críticas y pocos elogios. Me arrepentí ante Dios y me quedé dormida, triste por mi pecado y sus consecuencias. Lo primero que leí en la mañana fue el texto del día de Proverbios 23:24. ¡Qué gran estímulo! Oré por un momento para compartir sobre esto con mi hijo y esto se presentó dos días después. Se alegró de oírme arrepentirme y me abrazó por primera vez en mucho tiempo. ¡Alabado sea el Señor!” (Países Bajos)
El padre de hijos justos tiene motivos para alegrarse. ¡Qué satisfacción es tener hijos sabios! Proverbios 23:24
“¡Le doy todas las gracias y alabanzas a Dios! He estado orando para que El abriera la comunicación entre mi esposo y yo, y Dios ha usado esta difícil circunstancia en nuestra familia para abrir esa puerta. Mi esposo y yo hemos hablado y escrito por texto más en los últimos días de lo que lo hemos hecho en años – todo con calidez y amabilidad. Dios usa incluso las cosas difíciles para Su propósito y gloria. Nada puede pararse en contra de Su voluntad. Cree en El con todas tus circunstancias. El escucha y El nos ama más de lo que podemos imaginar.” (Carolina del Norte)
“Cuando mi esposo decidió abandonar la casa después de muchos años de matrimonio, mi vida colapsó. A pesar de que no fui una buena esposa, siempre pensé que el nunca se iría. Traté de convencerlo en mis propias fuerzas, pero esto solo hizo que el se alejara más. Sentí como que yo estaba en el barro y el fango, y fue desde allí que mi amado Señor me sacó. El me mostró mis errores y mis pecados. Cuando yo le entregué mi vida a El, todo comenzó a cambiar. Mi esposo pasó de ser frio, a decirme que ‘nadie podría ocupar mi lugar en su corazón; que, si Dios nos unió una vez, El lo hará de nuevo. Dios restaura todo, pero todavía debo someter todo a Dios y en ese día, todo se alineará. Nosotros debemos sanar todavía. El busca su techo y no puede encontrarlo, porque su techo es aquí, con su familia. No es tiempo todavía.’ Sus abrazos son hermosos; cada vez que lo hace, el no me deja ir. Gracias a Ti Señor, por todo.” (Argentina)
Me sacó del foso de desesperación, del lodo y del fango. Puso mis pies sobre suelo firme y a medida que yo caminaba, me estabilizó. Salmo 40:2
“He estado parada por mi matrimonio por unos cuantos años ya. Supe que poco tiempo después de nuestro divorcio mi esposo se casó con la OM. A pesar de ellos estar casados, el Señor todavía me pide que me quede, que ore y espere para ver lo que El hará con mi vida y para nuestra generación por venir. El está trayendo sanación y restauración a nuestro matrimonio y cada promesa es ahora y el divorcio no es el final para nosotros. Yo sé lo que mi Dios puede hacer y hará lo imposible para mi vida sin importar como se vea. Dios me llamó a pararme por la sanación y restauración y eso es lo que haré hasta que Dios me llame a casa.” (Indiana)
“Yo cierro mis labios porque Jesús hizo una muestra de los principados abiertamente, y ellos no desean nada más que usar mis palabras para separar. Cierro mis labios porque ya no le daré munición al enemigo de mi alma y de mi matrimonio. Ya tiene suficiente. Cierro mis labios cuando estoy cansada o cuando tengo hambre o ha sido un largo día. Cierro mis labios en obediencia a mi llamado. No me rendiré, ni seré un peón en el campo del enemigo. Cierro mis labios porque ha habido momentos en que no lo hice, y estoy decidida a ser un estudio rápido. No me acostumbraré a romper. Edificaré y hablaré con fe. Estoy parada y gozosa. El enemigo está derrotado. ¡Estoy triunfante!” (Missouri)
Mis amados hermanos, quiero que entiendan lo siguiente: todos ustedes deben ser rápidos para escuchar, lentos para hablar y lentos para enojarse. El enojo humano no produce la rectitud que Dios desea. Santiago 1:19-20
Que Dios le bendiga,